La Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), es la encargada de velar por el correcto cumplimiento de las normas relativas a la protección del usuario del transporte aéreo, y por ello, establece mecanismos a través de los cuales, y siguiendo unos sencillos pasos, podemos solucionar los problemas de los que hablamos en este post, entre otros.
Cuando sufrimos la destrucción, pérdida y avería o retraso de nuestro equipaje, la compañía aérea será, por norma general, la responsable de reparar o restituir el daño causado. Por tanto, como pasajeros debemos de reclamar en estos casos ante la compañía aérea con la que hayamos realizado el vuelo de manera inmediata, antes de abandonar el aeropuerto, en los mostradores de la compañía aérea, o si ésta no tuviera presencia en el aeropuerto a su agente handling o representante en los mostradores habilitados antes de abandonarlo. Allí nos entregarán el denominado PARTE DE IRREGULARIDAD DE EQUIPAJE (PIR), tratándose de un formulario donde haremos constar, como mínimo, los datos personales, número de vuelo, etc.,
Tras ello, nos entregarán una copia del (PIR) que debemos de guardar para posteriormente adjuntarla a la compañía aérea con la que hayamos viajado.
Esta reclamación formal tendrá que presentarse de acuerdo con los plazos establecidos en el Convenio de Montreal:
- Daños en el equipaje: 7 días desde la recepción del equipaje.
- Retraso del equipaje: 21 días desde la recepción del equipaje.
- Pérdida del equipaje: No hay límite establecido en el Convenio, pero se recomienda realizar la reclamación lo antes posible, transcurridos los 21 días durante los cuales la maleta ha estado «retrasada», o después de que la compañía aérea le haya confirmado que su equipaje está perdido.
Si hemos presentado ya todo lo anterior solamente nos queda esperar a que la compañía nos de una contestación por escrito indicando si efectivamente abonará la correspondiente indemnización, o entregará una maleta en compensación por la dañada.
Desgraciadamente, son pocos los casos en los que se llega a un acuerdo rápido con la aerolínea. Aunque en muchos casos, estas directamente omiten su obligación a dar una respuesta sobre la reclamación formulada.
En cualquiera de los supuestos, disponemos de un plazo de dos años para reclamar ante los tribunales.
Una vez presentada la demanda existen más probabilidades de que la compañía te pague lo que reclamas para evitar llevar el caso a juicio.